HERALDO DE ARAGÓN. 6 de junio de
2019
Aragón, pueblo a puebloEl Castellar se aleja de lo anodino con una mirada còmplice a los "dinos"
La localidad, con la asesoría de Dinópolis, ha diseñado varias ofertas de visita pedagógica y lúdica a la huella de los saurios en el entorno, que han alimentado al sector turístico.
PABLO FERRER, LAURA URANGA
Paleontológicamente hablando, El Castellar es una especie de Jauja. La huella
es rotunda y múltiple: el municipio atesora más de 60 yacimientos de icnitas
y huesos de dinosaurio, cuatro de ellos declarados como Bienes de
Interés Cultural, categorización en la que también se encuadran cinco paños
de pinturas rupestres. Hay restos de un poblado íbero junto al monte del
Chaparral, y un castillo parcialmente reconstruido que ahora es una vivienda
privada. La localidad ha apostado por los dinosaurios como imán turístico,
y se ha consagrado a la tarea con devoción. Los frutos están llegando; lo
notan en el hotel rural Curia, en las cinco casas rurales y en el
bar-restaurante de la plaza mayor.
María José Lopezosa lleva el bar y restaurante desde
hace casi tres años, y es natural de El Castellar. "Ya lo tuve antes; es
más, mis padres también lo llevaron durante 12 años. La decisión de volver vino
por las circunstancias: estaba trabajando en una empresa, pero la cosas no iban
del todo bien y como hacía falta alguien que asumiera aquí la gestión del bar,
me animé, y no me arrepiento. Yo me vine con 16 años de Barcelona al pueblo,
y recuerdo que al llegar pensé ‘¿dónde me he metido?’ Ahora, 35 años después de
aquello, no volvería a Barcelona ni loca; y a Teruel, a comprar y punto".
María José explica que "los que más nos visitan
son los valencianos y castellonenses, por proximidad y tradición, pero la
verdad es que ya llega gente de todas partes, hasta de China o Estados Unidos. La idea del Dinopaseo ha ayudado
mucho a eso".
Dinosaurios al poder
El Dinopaseo lleva activo cuatro años. El
ayuntamiento de Modesto Pérez abrazó con entusiasmo la idea de un recorrido
por el pueblo que diera realce al bagaje paleontológico local; una
actuación que planificó y dirigió la Fundación Conjunto Paleontológico de
Teruel-Dinópolis, que
trabaja en el municipio desde hace más de una década. El paseo tiene 10
paradas a lo largo de un kilómetro, y recorre las calles de El Castellar,
amén de algún enclave en las afueras. En cada parada hay fósiles y
reproducciones de huellas de dinosaurios halladas en la zona. Además, en el
arranque del camino se reproduce un dinosaurio carnívoro de siete metros de
longitud, un ‘ayosaurus’ que vivió en la zona hace 150 millones de años.
También se incluye un mural de 150 metros cuadrados que recrea un paisaje con
dinosaurios, una escultura metálica de tres metros de altura de una huella y
todas las explicaciones pertinentes de cada parada.
En 2016, como la gente quería ver las huellas
originales además de las reproducciones, se habilitó para la visita un
yacimiento de icnitas de dinosaurio. En 2018, siempre con apoyo de los
fondos FITE, se abrió la Ruta del Dinosaurio por las afueras, 2
kilómetros y 300 metros, que concluye con un espacio de huesos originales de
dinosaurios. En el bar y el hotel hay folleto explicativo de todas estas
iniciativas, para quien quiera seguirlas por su cuenta. Este año, además, volverá
el curso de paleontología de la Universidad de Verano de Teruel, que
también visita yacimientos y museos en Ababuj y Galve.
El Castellar acumula más preseas en su arca de tesoros
naturales. Pertenece a dos redes de Natura 2000, y es reserva fluvial del
Mijares. El debe, sin embargo, viene por el lado de la comunicación viaria: el
acceso desde Cabra de Mora es una carretera comarcal de siete kilómetros
en pésimo estado, un problema por cuya mejora se pelea en el pueblo desde hace
mucho tiempo con siete kilómetros muy malos. En la salida a Cedrillas, eso sí, no hay problema.
Las festividades locales van siempre acompañadas de
baile y vacas, según
palabras textuales de vecinos sentados en la terraza del bar local. El 1 de
mayo se celebra la romería a la ermita de la Virgen del Pilar, en la que
el Ayuntamiento agasaja a los romeros con pastas y licores. En agosto tocan las
patronales. También hay hogueras de San Antón en enero, con una cena de
hermandad a las que este último invierno se sumaron huéspedes del hotel
Curia y las casas rurales.
Bien avenidos
María José y la familia responsable del Hotel Curia
son ya uña y carne, una muestra del fenómeno que ambos describen; la buena
integración de los últimos vecinos llegados al pueblo con la intención de
sentar sus reales en él. "Hemos tenido suerte –explica María José– porque
en todos los casos se cuenta con buena gente, que aporta. Lo mismo pasa con
aquellos que se han hecho casa y vienen los fines de semana y mucha suerte con
los nuevos vecinos porque tienen mucho cariño al pueblo".El valenciano
Chimo, por alusiones, resume el tema en una frase, no sin antes bromear un
poco. "Elegí el sitio más chungo del mapa... no, en serio, estoy tan a
gusto aquí que paso todo el tiempo posible en El Castellar, porque tú no eliges
donde naces, pero sí dónde quieres vivir, y yo lo tengo claro".
De Tarragona a un bonito pueblo de Teruel en busca de raices
De Tarragona a un bonito pueblo de Teruel en busca de raices
Agustín Herrero es de Tarragona. Su abuela venía de El Castellar, el pueblo en el que
él vive desde agosto de 2018, en el que ha pasado infinidad de veranos desde la
niñez; con Agustín también vinieron su madre María Jesús y su hermano Carlos.
Los tres llevan el Hotel Rural Curia, situado en un extremo del edificio
consistorial. "El proyecto del hotel nos gustaba mucho –dice María
Jesús– y el año pasado nos decidimos a cogerlo, a dar un giro a nuestra vida.
Me encanta estar aquí, la paz que tenemos". Carlos y Agustín aclaran
que "sabíamos a dónde veníamos, contamos con amigos y familia aquí; a la
gente le sorprendió un poco nuestra decisión, pero les alegró porque nos
consideran de casa; el hotel ya se reformó hace unos años y lo hemos ido
decorando a nuestro gusto. Hay 10 habitaciones, incluida una suite y varias
para grupos; aquí estaban el horno y las escuelas. Los fines de semana suele
llenarse". El pueblo tiene cinco casas rurales: Casa Chille, Casa
Carmen, Dino Rural, Casa Laura y Casa Emiliano.
En datos
Comarca: Gúdar-Javalambre.
Población: 52
Distancia a Teruel, su capital de provincia: 43 km
Los imprescindibles
Asociación modélica
El Castellar Pueblo en Acción no circunscribe sus actividades al verano, y que además del mundo ‘saurio’ también organiza rutas senderistas, una jornada de indumentaria antigua, limpieza de plásticos, plantación de árboles...
Asociación modélica
El Castellar Pueblo en Acción no circunscribe sus actividades al verano, y que además del mundo ‘saurio’ también organiza rutas senderistas, una jornada de indumentaria antigua, limpieza de plásticos, plantación de árboles...
Vía ferrata Jurásica
El Castellar cuenta con el nacimiento de dos ríos,
Mijares y Malezas. En los estrechos del primer río se cuenta con una de las
vías ferratas más largas de Europa, la Jurásica, compartida con Formiche Alto.
Solo para avezados.
El castillo, una casa más
En el pueblo hay un castillo restaurado que
actualmente remodela su techumbre; es de propiedad privada, tras una subasta, y
en su día los vecinos colaboraron en su reparación. Actualmente se considera
una vivienda más.
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