lunes, 20 de noviembre de 2017

INTERESANTE ENTREVISTA EN HERALDO DE ARAGÓN

Mora de Rubielos: un paladín contra la despoblación

El hostelero Juan Carlos Escuder, presidente de los empresarios de Gúdar-Javalambre, está convencido de las posibilidades de la provincia frente a la gran amenaza para su futuro, la despoblación.

HERALDO DE ARAGÓN. Actualizada 20/11/2017 a las 16:46
 
"Quiero vivir donde vivieron mis abuelos y mis padres. No quiero dejar Mora de Rubielos y deseo transmitir esta relación a mis hijos". Juan Carlos Escuder, empresario hostelero y presidente de la Confederación de Empresarios Autónomos (CEAT)-Teruel, centra su vocación empresarial en echar raíces en su localidad natal y en mejorar las expectativas de futuro de su comarca, amenazada como la mayor parte de la provincia por el lastre de la despoblación.
 
Escuder, muy combativo contra la regresión demográfica que acosa a las comarcas turolenses, recuerda que, en 1987, con 19 años, puso en marcha el primer negocio con un amigo, el pub El Escalón. Fue el embrión de un grupo de negocios y pequeñas empresas en torno al ocio y el turismo que genera actualmente 27 empleos directos. Y sigue planeando proyectos en torno a la hostelería.
 
Su iniciativa como emprendedor parte de un "factor sentimental, de emoción y pasión" por su tierra. Afirma que Mora de Rubielos tiene potencial para crecer tanto en la vertiente turística como en la industrial. Repasa los aspectos positivos:"Estamos junto a la A-23, con suelo y recursos hídricos abundantes, tenemos muy cerca al mercado levantino, ofrecemos turismo de calidad con productos alimentarios de primer nivel (trufa negra, ternasco, aceite de oliva, vino, melocotón...) y estamos cerca de las pistas de esquí de Valdelinares, que son una locomotora que llena los hoteles durante todos los fines de semana de invierno".
 
 
Pero también alerta de las sombras que frenan el desarrollo, empezando por la pobre demografía, con 1.574 habitantes en Mora y 8.600 en toda la comarca de Gúdar-Javalambre. Alerta de que hay "un problema de falta de relevo generacional en el sector turístico, y sin ese relevo el futuro es poco prometedor". También arremete contra "las trabas burocráticas" que, en su opinión, dificultan la implantación de empresas y negocios. Afirma que el legislador no tiene en cuenta las circunstancias específicas del medio rural al aprobar las leyes y estas resultan de difícil aplicación en los pueblos o se vuelven contra ellos.
 
Pero el papeleo no le ha impedido ampliar su actividad inicial de pub a una cafetería, una cervecería, una sala de juegos recreativos, una discoteca, alojamientos hoteleros, una plantación trufera y una tienda textil. Opina que los turolenses se tienen que "creer sus propios proyectos" para avanzar y también para recabar apoyo institucional. "Tenemos que dejar de quejarnos y apostar por nuestro territorio, aunque a veces sea duro". Explica que los costes de invertir en el medio rural son similares a la ciudad, con la salvedad del precio del suelo, "mientras que el periodo de retorno es mucho más largo".
 
En el caso de una localidad tan volcada en el turismo como Mora, se produce, además, un acusado fenómeno de estacionalidad y una fuerte oscilación entre la demanda de los días laborables y los festivos, sobre todo si están enmarcados en puentes. "Pasamos de servir dos comidas al día entre semana a cientos en los fines de semana", relata.
 
Una de sus últimas apuestas empresariales es una plantación de encinas para producir trufa negra, un motor económico de la comarca que funciona a pleno rendimiento. Juan Carlos Escuder, que también preside la Asociación de Empresarios de Gúdar-Javalambre, describe a la truficultura como "el cultivo de los pobres, porque es viable en tierras que por su dura climatología no sirven para cultivar maíz o fruta".
 
Se queja de que la Administración impide roturar tierras abandonadas con la despoblación para plantarlas de carrascas micorrizadas. Recalca que ampliar la superficie agrícola es clave para asentar población. "Las cuatro comarcas más despobladas de Aragón –apunta– son también las que menos porcentaje de tierra agrícola tienen respecto a la superficie total, y una de ellas es Gúdar-Javalambre".
 
La lucha contra la despoblación se ha convertido en una obsesión para Escuder tras constatar en 2008, con el estallido de la crisis, que el repunte demográfico derivado de la inmigración tocaba a su fin. Los inmigrantes regresaban a sus países de origen y el envejecimiento y la pérdida de habitantes se destaparon con toda su crudeza. "No vimos venir el problema demográfico hasta entonces", asegura.
 
Otro aldabonazo fue el proyecto Masovera, que constató que de las 1.300 masías habitadas que hubo en la comarca solo 87 siguen ocupadas. A juicio del empresario, la falta de inversiones públicas en infraestructuras y equipamientos aceleró la despoblación. Considera que la principal baza para revertir el proceso en Gúdar-Javalambre y en toda la provincia es que la Unión Europea ponga en marcha en 2020 un objetivo especifico con su correspondiente dotación económica destinado a luchar contra la despoblación en el sur de Europa. Escuder uno de los impulsores de esta reivindicación.
 
El castillo de los Fernández de Heredia, un monumento con mucho tirón.
El castillo de Mora de Rubielos, cuyo esplendor está asociado a la poderosa familia aragonesa de los Fernández de Heredia, es el elemento patrimonial más destacado de la localidad y también su principal reclamo turístico. La fortaleza es de origen musulmán pero su factura actual responde básicamente a las obras ejecutadas en el siglo XIV. En 2016, recibió 32.000 visitas, una cifra que será pulverizada en 2017, con 31.800 visitantes acumulados hasta octubre y la previsión de terminar el año en torno a los 38.000. El Ayuntamiento, gestor del monumento, se empeña en incorporar contenidos expositivos –actualmente una colección de armas del historiador Rubén Sáenz–, actividades o espacios para mantener el interés de los visitantes, muchos de ellos "repetidores" que ya conocen la localidad. Cada año, en verano es, además, escenario de espectáculos dentro del festival ‘Puerta al Mediterráneo’, compartido con Rubielos de Mora.La imponente fortaleza, declarada bien de interés cultural, goza de la calificación de Monumento Histórico-Artístico desde 1931.
 
Las tiendas ‘outlet’ de ropa deportiva consolidan el turismo de compras
Al calor de una tienda de oportunidades que Adidas abrió a finales de los años noventa del siglo XX ha surgido un foco de establecimientos ‘outlet’ que genera 35 empleos directos y que, además, es un reclamo turístico del que se beneficia toda la localidad. Gracias a la oferta de los ocho establecimientos de gangas –tres de ellos agrupados en un polígono a las afueras del casco urbano–, Mora se apunta también al turismo de compras, en este caso centrado en la ropa deportiva. La primera tienda surgió al rebufo de una cooperativa textil local –hubo dos, pero ambas cerraron arrastradas por la competencia de países emergentes– suministradora de Adidas. La fábrica cerró, pero entre los productos que elaboró figuró la equipación que la selección española de fútbol. Las tiendas de oportunidades han proliferado estimuladas por el potente foco turístico de las pistas de esquí de Valdelinares, que atraen a decenas de miles de esquiadores cada invierno. De hecho, los negocios de ropa deportiva se disponen en las carreteras que comunican la autovía A-23 con la estación invernal. El tirón comercial se ha consolidado hasta el punto de atraer visitantes durante todo el año.
 

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