MAÑANICA DE SAN JUAN

Una de las tradiciones más populares y antiguas tanto en El Castellar como en casi todos los pueblos de Teruel era la celebración de San Juan, festividad muy vinculada a curiosos ritos y tradiciones. Una de ellas era la creencia de que lavarse con agua del rocío o de una fuente la mañana de San Juan, antes de salir el sol, tenía propiedades curativas y protectoras para la salud de las personas. También esa mañana se pasaba a los niños herniados por medio de una zarza o matorral, o por la hendidura de ciertos árboles, pues creían que así se curaba la dolencia. También en El Castellar era costumbre que los quintos (mozos que iban a hacer el servicio militar) cortaran un pino grande de las propiedades del concejo y lo plantaran delante de la puerta de la iglesia, pelándolo casi todo, menos la capota. Se subastaba para madera y con lo que sacaban pagaban una merienda u otros gastos. El Ayuntamiento también solía batir unos cuantos pinos para esas fechas y con el beneficio se pagaban los premios de una carrera pedestre y una merienda para todo el pueblo. El día de la víspera los mozos solían formar una o varias rondas con guitarras, laúdes y bandurrias e iban cantando por las calles, haciendo paradas debajo de los balcones de ciertas muchachas a las que algunos pretendían. Eran las albadas. También se enramaba el arco de la puerta de la iglesia y las puertas o ventanas de algunas mozas. Como hemos visto, la festividad de San Juan era muy rica en tradiciones.